Según la psicóloga Vanessa Alves Siqueira, las personas que vuelven a estudiar a “mejor edad” empiezan a tener una mejor calidad de vida física, mental y espiritual. Además de los beneficios para la salud, también se puede observar una mejora en la integración cultural y social. Según el informe de nuestros propios alumnos de la mejor edad, volver a estudiar aporta mayor sociabilidad, aumenta la autoestima, recicla y actualiza conocimientos, despierta a nuevos proyectos, activa la memoria y trae nuevas amistades.